El trabajo estudia la edad de la población afectada, su situación vacunal y cómo se habían producido los contactos. Además, indica que la población infantil está correctamente vacunada, la efectividad de la vacunación en el tercer trimestre de embarazo para proteger a los lactantes de formas graves de presentación y abre la puerta a medidas para mejorar la prevención y control de brotes.
La comunicación oral titulada ‘Análisis descriptivo de los pacientes atendidos en el servicio de Urgencias de Pediatría durante un brote de tos ferina’ se ha hecho con el primer premio a mejor comunicación oral durante la XXII Reunión Anual de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, celebrada en Albacete.
El trabajo, presentado por la residente de segundo año Isabel Miras Aguilar y realizado por los miembros del servicio de Pediatría bajo la supervisión del doctor Gonzalo Galicia Poblet, analiza distintos aspectos relativos a los pacientes atendidos y con diagnóstico de tos ferina en el servicio de Urgencias del Hospital.
Para ello, se ha analizado la edad de la población principalmente afectada y se ha comprobado si estos pacientes estaban correctamente vacunados de tos ferina, además de averiguar dónde se habían producido los contactos y estimar la tasa de ataque del brote.
Con lo observado desde el servicio de Urgencias, se ha estimado que la tasa de ataque se situaba en 1,8 por cada 10.000 niños, siendo una enfermedad muy contagiosa pero que no ha resultado grave en ninguno de los casos y no ha generado ingresos hospitalarios.
Según ha explicado Miras, “nuestro trabajo indica que la vacunación en el tercer trimestre de embarazo que se estableció en nuestra Comunidad Autónoma parece proteger a los lactantes menores de tres meses de presentar formas graves” y verifica que “nuestros pacientes estaban correctamente vacunados”.
El trabajo, ha añadido, abre la puerta a un estudio mayor sobre las medidas que se pueden aplicar para seguir mejorando la prevención y control de brotes, apostando por reforzar la coordinación con Atención Primaria, personal de Urgencias y con los centros educativos y familias, siendo estos últimos los que deben llevar a cabo las medidas de aislamiento para un mejor control del brote.
Isabel Miras ha agradecido este premio que “nos ayuda a mejorar, nos inspira y es una alegría que se valore cómo hemos abordado el brote, un trabajo de gran interés para profesionales de otras provincias que demuestra el buen control y la localización geográfica del brote”.
En este sentido, es necesario destacar el papel que han desempeñado los centros de Atención Primaria, especialmente en la zona del Corredor del Henares, donde se atendió una amplia mayoría de los casos que se resolvieron sin necesidad de acudir al Hospital.
Isabel Miras ha agradecido, por otra parte, la colaboración del servicio de Medicina Preventiva que facilitó información relativa a la gestión del brote, y también al servicio de Microbiología y al propio servicio de Pediatría por la apuesta por investigar y desarrollar un protocolo de actuación conjunto con el servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad y la Dirección Provincial. Para ello, se llevaron a cabo reuniones en las que, además de miembros del servicio de Pediatría y de la Gerencia del Área Integrada de Guadalajara participaron representantes del servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública y Consumo y la sección de Epidemiología de la Dirección Provincial de Sanidad, desde donde también se realizó la contabilidad de los casos y las encuestas epidemiológicas.
El jefe de Pediatría, Alfonso Ortigado, ha destacado la importancia del premio por este estudio, “que se ha impuesto a trabajos presentados por grandes hospitales de la Comunidad de Madrid y que demuestra el buen trabajo que se hace aquí y el alto nivel de la formación que reciben los residentes del Hospital de Guadalajara”.
La tos ferina es una enfermedad altamente contagiosa, que se caracteriza por una tos violenta e intensa y que no resulta grave salvo cuando afecta a lactantes o pacientes con patologías crónicas pulmonares. En edades superiores cursa inicialmente como un proceso catarral que da paso a una fase de tos paroxística que puede causar el vómito, con un gallo inspiratorio característico, y finalmente una fase de convalecencia con tos que puede persistir cien días.
Para evitar su contagio se deben adoptar ciertas medidas, siendo la primera y más importante la vacunación. Una vez se confirma un caso se debe comunicar a las autoridades sanitarias para localizar a los contactos y establecer las medidas de prevención adecuadas para evitar la propagación del brote, así como aplicar el tratamiento indicado manteniendo rigurosamente los aislamientos. Asimismo, hay que mantener una escrupulosa higiene de manos y, cuando se tose o estornuda, evitar toser en las manos y cubrir boca y nariz con un pañuelo desechable.
