Han participado asociaciones de 27 localidades de Ciudad Real, Albacete, Cuenca, Toledo y Madrid
Una edición más el polideportivo municipal de Villafranca de los Cabaleros (Toledo) acogía un nuevo encuentro de encajeras en el que se han dado cita 400 mujeres pertenecientes a las asociaciones de 27 municipios de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Toledo y Madrid.
Julián Bolaños, alcalde de Villafranca, y Mirian Brasero, concejala de Bienestar Social y Mujer, han conocido de primera mano el trabajo de estas manos artesanas que convierten el hilo en verdaderas obras de arte. Durante su visita también han tenido la oportunidad de conocer la labor que desarrolla la Asociación de Lupus de Castilla-La Mancha (ALMAN), con sede en Ciudad Real, que ha contado con un stand informativo en esta ocasión.
El encuentro, organizado por la Asociación de Encajeras de Villafranca, en colaboración con el Ayuntamiento, ha contado asimismo con otros stands en los que podían adquirirse tanto encajes como los utensilios que se necesitan para esta labor artesanal hecha a mano, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVI y que supuestamente nació en Venecia; aunque, según algunos autores expertos en la materia, “España no tuvo necesidad de buscar sus modelos en Génova o Venecia, pues sus puntos tuvieron una gran celebridad y se fabricaron a gran escala». Sea como sea, lo cierto es que el encaje de bolillos se ha convertido en una de las señas de identidad de nuestra región.
Las asociaciones de encajeras que han participado proceden de los municipio de Tomelloso, Manzanares, Fuente El Fresno, Membrilla, Puerto Lápice, Socuéllamos, Malagon, Argamasilla de Alba, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Herencia Villarrubia de los Ojos, Piedrabuena y Las Labores, de la provincia de Ciudad Real; Villacañas, Quintanar de la Orden, Lillo, Corral de Almaguer, Madridejos, Turleque, Urda, Miguel Esteban, Almorox y Villafranca, de la provincia de Toledo; Villarrobledo, de Albacete; Mota del Cuervo, de Cuenca y la madrileña Alcorcón.
