El vicepresidente de la Diputación, Julián Huete, se ha encargado de inaugurar en el Salón de Actos del Palacio Provincial esta muestra, que reúne un total de ochenta obras en tinta sobre papel de pequeño formato, que tiene la naturaleza y los paisajes rocosos como denominador común
‘Cincelando el tiempo’ es el título de la última exposición instalada en el Salón de Actos del Palacio Provincial, obra de Belén Peytaví, que ha sido inaugurada por Julián Huete, vicepresidente de la Diputación de Cuenca, quien ha querido resaltar la excelente técnica de la artista conquense, más que patente —a su juicio— en todos y cada uno de sus cuadros, así como su particular capacidad de captar la esencia de las cosas, como en estos paisajes conquenses.
En la obra de Peytaví la naturaleza es recurrente, todo un referente en su trayectoria artística, y ‘Cincelando en el tiempo’ no es una excepción. De hecho, reúne un total de ochenta obras en tinta sobre papel de pequeño formato, en las que ofrece la particular visión de la autora de los singulares paisajes rocosos que ofrece y encierra nuestra Serranía.
Una muestra, según Peytaví, que abre sus puertas “en el momento justo, en un momento de mi vida en el que me apetecía exponer y enseñar mi obra más reciente y con mi temática preferida, la naturaleza”. No en vano, el título de la exposición lo dice todo. Y es que en él se hace referencia a “esos rocosos paisajes serranos esculpidos por el viento y el agua con el paso del tiempo; un tiempo que constata que las cosas nunca son inmutables, todo lo contrario, van modificándose a través del tiempo, al igual que ocurre con las personas que siempre estamos sujetas a cambios físicos, espirituales, etc.”, asegura la autora.
La pintora conquense lleva exponiendo su obra en la capital desde hace más de veinte años. No en vano, la primera abrió sus puertas a mediados de la década de los noventa y desde entonces ya ha alcanzado la docena; eso sí, ésta es la primera vez que lo hace en la Diputación. Un escenario que volverá a permitir al visitante acercarse a su obra y poder disfrutar del resultado de esa “necesidad vital” que es el pintar y que siempre le ha acompañado desde niña y no ha querido reprimir. Todo lo contrario, cualquier instante, lugar o soporte han sido idóneos para dar rienda suelta a esta sana obsesión.
Hasta el próximo día 26 de septiembre hay tiempo para contemplar en el Salón de Actos de la Diputación la obra de Belén Peytaví, donde pasión y técnica se dan la mano, reflejándose en cada una de las ochenta obras expuestas.
