La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha desarrollado un proceso de acreditación de Unidades de Asma Grave dentro de los servicios de Alergología del territorio nacional.
Coordinada por la doctora, Remedios Cárdenas, la de Guadalajara es la primera en la región en ser acreditada, y su creación ha logrado reducir las visitas a Urgencias, menor consumo de fármacos y mejor función pulmonar en sus pacientes.
El servicio de Alergología del Hospital Universitario de Guadalajara, del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha obtenido la acreditación de su Unidad de Asma Grave como Básica, que concede la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) para distinguir las unidades especializadas que ofrecen una atención de excelencia a sus pacientes.
La Unidad, coordinada por la doctora Remedios Cárdenas, lleva trabajando más de dos años para conseguir esta acreditación que implica el cumplimiento de una serie de requisitos relacionados con el desarrollo de técnicas específicas tales como espirometrías, pruebas de provocación bronquial específica o test de metacolina, y tiene también en cuenta la autonomía con que cuenta para realizar sus propias pruebas.
Asimismo, ha resultado clave la formación del personal de Enfermería, que se ha especializado para la realización de las distintas técnicas, y finalmente se ha destacado el carácter multidisciplinar y de colaboración entre servicios para dar respuesta a los pacientes y facilitar un adecuado diagnóstico, descartando otros problemas.
La Unidad de Asma Grave está dirigida a pacientes, adultos y niños, “muy complejos, con asma grave o mal controlada, que acuden al servicio de Urgencias con cierta frecuencia, con mucha necesidad de medicación de rescate (opcional) y que han padecido al menos tres reagudizaciones durante año anterior”, explica la doctora Cárdenas. Esta unidad atiende cada año a alrededor de 50 pacientes nuevos y se realizan más de 400 consultas.
La creación de una Unidad especializada permite que el paciente tenga un médico de referencia al que puede dirigirse en cualquier momento, citándosele de un día para otro y ajustándose su tratamiento.
“El pasado año analizamos los resultados y comprobamos que se había reducido la necesidad de estos pacientes de acudir a Urgencias y también el uso de medicación, de corticoides orales, no había habido reagudizaciones y todos los pacientes habían mejorado un 10 a 15 por ciento de función pulmonar, además de aumentar su confianza”, explica.
Cárdenas, ha valorado, por un lado, la apuesta por parte de la jefa de Alergología del Hospital guadalajareño, Arantza Vega, para la constitución de la Unidad y su acreditación, y el trabajo de todo el personal del servicio, tanto facultativos como enfermeras y auxiliares, así como la colaboración prestada por servicios como Otorrinolaringología, Neumología, Pediatría o Urgencias, con los que se trabaja estrechamente para derivar a pacientes o intercambiar información para facilitar el diagnóstico y mejorar la atención que se presta.
Las sociedades españolas de Neumología y Alergología están acreditando este tipo de unidades de asma grave, para lo que los solicitantes deben cumplir ciertos requisitos. La del Hospital de Guadalajara es la primera acreditada en la región y al cumplimiento de criterios de excelencia en la atención a sus pacientes se suma el esfuerzo que realizan para desarrollar trabajos de investigación y su colaboración en materia de docencia.
Según estudios realizados, la prevalencia del asma grave no controlada es del 3,9 por ciento de la población asmática.
Según la última actualización de la guía ‘GEMA 4.3’, el asma grave no controlada (AGNC) se define como la enfermedad asmática que persiste mal controlada pese a recibir tratamiento con una combinación de GCI/LABA a dosis elevadas en el último año, o bien glucocorticoides orales durante al menos seis meses del mismo periodo (basado en la ‘Task Force ERS/ATS 2013’).
Este tipo de asma constituye un síndrome heterogéneo con múltiples variantes clínicas. Ha sido objeto de una intensa y creciente investigación en la última década, con la finalidad de caracterizar determinados perfiles o fenotipos subsidiarios de recibir un tratamiento específico.
Por todo esto, las guías actuales de buena práctica clínica recomiendan efectuar la evaluación diagnóstica del AGNC en centros o unidades especializadas de asma.
