Donada por la Fundación Quijote – Marciana y Rodolfo Puertas, es obra del artista local Gabriel Alarcón, presidente a su vez de dicho patronato
La escultura de don Quijote ya luce en pleno corazón de la localidad, junto al palacio de los condes de Villaleal. Una donación de la Fundación Quijote, la cual preside el autor de la obra, Gabriel Alarcón, y con la que se pretende dar mayor visibilidad al Centro Cervantino de La Roda, cuyo patronato ostenta la fundación.
Así se explicaba en un encuentro con la prensa esta mañana tras la instalación del conjunto escultórico, con la presencia de Vicente Aroca, alcalde de La Roda; Gabriel Alarcón, autor de la obra, y diversos miembros de la Fundación Quijote – Marciana y Rodolfo Puertas.
El alcalde del municipio quiso agradecer a la fundación y al autor de la escultura la cesión de la misma al pueblo de La Roda, al tiempo que quiso reconocer la gran labor que desarrolla este patronato como custodio del Centro Cervantino, el cual atesora la segunda mejor colección privada de toda España de novelas del Quijote y de otros ejemplares relacionados con la universal obra cervantina. En este sentido y en aras del esfuerzo de “seguir promoviendo la cultura cervantina”, Vicente Aroca adelantó que ya se trabaja en la posibilidad de “acogernos” a la Red de ciudades cervantinas, una empresa en la que ya trabaja la fundación en colaboración con el ayuntamiento.
En definitiva, el objetivo principal es el de promover la cultura cervantina, no solo entre la ciudadanía rodense, sino que esta escultura sirva de reclamo para quienes visiten la localidad. La fundación quiso igualmente agradecer “los desvelos” de Gabriel Alarcón para que el Centro Cervantino posea un gran patrimonio documental.
Gabriel Alarcón señaló que una de las principales funciones del Centro Cervantino es proyectar la cultura cervantina y quijotesca. Algo que se consigue con este monumento que simboliza la esencia de la novela y de La Mancha, a través de dos figuras, “planteadas desde un punto de vista surrealista, sobre todo el Quijote, mientras que el galgo tiene el trazo modernista característico de principios de siglo; además de unas cardenchas secas (vegetación) que ya se están cayendo las hojas y que simbolizan el secano”, explicó el propio artista rodense.
El conjunto escultórico, resultado de dos años de trabajo, está compuesto por dos figuras, el Quijote y su galgo, sobre una base pedregosa de la que nacen tres tallos de cardencha (vegetación). Quijote y perro son de acero corten, por lo que su proceso ha sido más laborioso debido a las características de este duro material, muy difícil de trabajar. Para las principales partes de la escultura se han utilizado láminas de acero corten de dos milímetros, moldeadas en fragua y a base de soplete. Sin embargo, para los motivos vegetales ha sido necesario utilizar un tipo de hierro más dúctil y maleable. Las dimensiones del grupo escultórico son de 2’35 metros de altura (Quijote), 1,10 metros (galgo), sobre una superficie de algo más de dos metros.
