José María Díaz, natural de Tomelloso y vecino de Madrid, se alzó con el primer premio del certamen, en el que participaron 53 artistas profesionales y aficionados y en el que impresionó la enorme calidad de las obras presentadas, sobre todo, en la categoría de Acuarela
Un callejón de Trillo, una obra monocromática realizada en colores sepia y tonos marrones y pardos y que representa una de las calles más antiguas y peor conservadas del municipio –la calle San Bernardo-, se alzó este domingo con el primer premio del XV Concurso de Pintura Rápida Villa de Trillo (Guadalajara), venciendo a la inmensidad de tonos verdes y aguamarina, predominantemente presentes en el municipio bañado por el Tajo y el Cifuentes.
El lienzo, realizado por el artista José María Díaz, natural de Tomelloso (Ciudad Real) y vecino de Madrid, destacó por la técnica empleada y por su conseguida perspectiva. “Es un cuadro que no es una vista al uso del pueblo, se ha metido por sus callejuelas. Todos tenemos la imagen del típico río, el puente, la torre de la iglesia… y él ha arriesgado mucho, ha hecho una composición monocromática en colores sepias, pardos y marrones, la perspectiva era buenísima y la técnica que ha utilizado, muy correcta”, señalaba Maite Marina, una de las componentes del jurado.
Con 14 premios a sus espaldas en concursos similares este año, 27 a lo largo del pasado 2016 y cerca de 400 conseguidos en toda su carrera, Díaz argumentaba su decisión de decantarse por una calle antigua y una casa derruida. “Hay rincones muy bonitos. El río tiene mucha grandeza y junto a unas casas puedes crear un paisaje mucho más armonioso que un simple callejón, pero no por eso más valido o menos válido, porque luego el resultado es la capacidad técnica que tú imprimas en el cuadro”, detallaba el pintor de Tomelloso, cuya participación en Trillo este domingo sumaba ya su cuarta edición, aunque no la última. “Volveré a Trillo, es muy bonito y muy interesante”, aseguraba el artista.
Completaron la lista de premios –cuya entrega se llevó a cabo en la plaza Mayor una vez concluida la jornada de pintura y tras la exposición de todos los cuadros participantes, un total de 53-, el guadalajareño Sergio del Amo, que obtuvo el segundo premio de la categoría general con una bella imagen de la cascada; Francisco Segovia Aguado, que se alzó con el tercer premio con su genial vista desde arriba de un pescador dentro del río; y Juan Manuel Campos Guisado, que consiguió el cuarto premio, con otra bonita panorámica de la cascada del río Cifuentes. Por su parte, los mejores en la categoría Acuarela, en la que la decisión se presentó especialmente complicada “por el nivel altísimo” de los trabajos presentados, como señalaron desde el jurado, fueron Miguel Ángel Gacal, que logró el primer premio con una especial vista de la calle Mayor con la torre de la iglesia de fondo, y Francisco Solano Jiménez, que mereció el segundo por su trabajo sobre el río Tajo. Completan el listado de galardonados dos artistas aficionadas de Trillo, María Isabel Givica y Patricia López Batanero, que consiguieron el premio local y el infantil, respectivamente. El premio juvenil se declaró desierto.
Así concluyó un XV Concurso de Pintura Rápida Villa de Trillo “muy completo”, como aseguraba Maite Marina, licenciada en Historia del Arte, profesora de Dibujo y pintura en las Escuelas Municipales de Guadalajara Palacio de la Cotilla, y que durante la última semana ha guiado las clases de pintura al aire libre que se han desarrollado en Trillo con una buenísima participación, que ha alcanzado los 20 alumnos. Álvaro Barbas, quien fuera director del área de Cultura de Caja de Guadalajara y actual coleccionista de pintura; Antonio Íñigo, licenciado en Bellas Artes y profesor de Literatura, pintor y profesor de la Escuela de Adultos; y Miriam Batanero, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Trillo, completaban el jurado de esta edición, que volvió a salpicar la localidad de pintores y lienzos por todos los rincones, además de numerosos visitantes y turistas, que no quisieron perderse este espectáculo de luces, sombras, matices y degradados de color.
Batanero se quedaba con “ganas de hacer más” y con la idea de convocar jornadas artísticas similares en otras épocas del año en las que Trillo también luce sus mejores galas, como son la primavera o el otoño. Junto a ello, la concejala destacaba “la calidad brutal en las acuarelas” y el hecho de que “hay una cantera muy buena de muchos niños que les gusta pintar en Trillo, y por ello se les ha dado a todos unos pequeños regalitos para fomentar que sigan participando otros años”. Acerca de los premiados, Batanero aseguraba que el criterio del jurado había sido totalmente “profesional”, tratando de “dar un premio lo más completo posible a nivel técnica, a nivel cromatismo y otros conceptos muy técnicos y muy concretos, y no porque fuera el cuadro más estético o más representativo de Trillo”, terminaba, satisfecha, la concejala de Cultura.
