El sindicato considera que el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no ha sido capaz de revertir los recortes llevados a cabo por el anterior ejecutivo, los cuales se han consolidado.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) considera que las expectativas creadas por el actual Gobierno regional se han diluido en los dos últimos años hasta el punto de que gran parte de las promesas realizadas en campaña electoral siguen sin cumplirse. CSIF, que el pasado 22 de junio se manifestaba bajo el lema ‘Page suspende… a septiembre!’ en Toledo como denuncia por la consolidación de los recortes, vuelve a utilizar la palabra suspenso para calificar la gestión de Emiliano García-Page.
Page accedía a la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en julio de 2015 con el discurso de poner fin y revertir las injustas medidas de austeridad llevadas a cabo por el anterior ejecutivo del Gobierno ‘popular’ de María Dolores de Cospedal. En cambio, se ha cronificado la pérdida de derechos laborales y la reducción salarial en la Función Pública, ámbito maltratado por los últimos gobiernos.
En este sentido, CSIF subraya que no se avanza. La ‘tasa Cospedal’, la jornada de 35 horas, el despido de docentes interinos, plantillas deficitarias en todos los sectores, gestión ineficaz en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, contratos precarios y aumento de la interinidad, ofertas de empleo público insuficientes, asfixia en la Universidad de Castilla-La Mancha… continúan sin afrontarse de forma decidida.
A todo ello se suma la incapacidad para sacar adelante los Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha, que al mismo tiempo sirve de excusa para no acometer las mejoras que necesita la región. En definitiva, CSIF vuelve a aludir al suspenso, extensible asimismo al resto de formaciones políticas, para reflejar la gestión de Page en estos dos años de gobierno.
CSIF confía en que la actitud del Gobierno regional cambie y se apueste de una manera sincera y decidida por acabar con los recortes y mejorar la situación de Castilla-La Mancha, una misión a la que el sindicato más representativo de la Función Pública vuelve a tender la mano.