Por su “notable y constatado interés arqueológico como fuente relevante de información sobre el poblamiento romano organizado en torno a la Vía Augusta y el Campo de Montiel”
La Viceconsejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha iniciado el expediente para la declaración como Bien de Interés Patrimonial, con categoría de yacimiento arqueológico de Interés Patrimonial, del poblamiento romano “La Ontavia” en la localida de Terrinches (Ciudad Real).
Según la resolución publicada esta semana en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, con el inicio del expediente se inicia la aplicación provisional del régimen de protección previsto para bienes declarados de interés patrimonial.
Nicasio Peláez, alcalde de Terrinches, ha valorado positivamente este nuevo paso que se enmarca en los trabajos que el Ayuntamiento viene realizando en los últimos años para conservar y salvaguardar este importante yacimiento que había sufrido importantes expolios lo que junto con el paso del tiempo estaba contribuyendo a su deterioro.
En mayo del año pasado, el Ayuntamiento solicitó la declaración de Bien de Interés Patrimonial del asentamiento romano “La Ontavia”, próximo a la Vía Augusta y dentro del municipium Mentesa Oretana, sobre el que se instaló una necrópolis tardorromana, y donde se vienen realizando tareas de investigación y restauración desde el año 2006.
Los trabajos en el yacimiento de “La Ontavia” han permitido hasta el momento detectar más de 50 tumbas pertenecientes a una necrópolis tardorromana y altomedieval instalada sobre las ruinas de un poblamiento romano que han aportado datos muy interesantes para el conocimiento del mundo romano rural en el Campo de Montiel, especialmente sobre las villae asentadas junto a la Vía Augusta, así como sobre este tipo de enclaves, hoy poco y desigualmente conocidos en la provincia 
de Ciudad Real.
Luis Benitez de Lugo, director de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento, ha informado que, en el enclave, donde se ha trabajado continuamente en distintas campañas y con diversas actuaciones desde hace diez años, se han constado dos fases culturales: un primer momento romano bajoimperial (las termas romanas) y un segundo momento altomedieval, que amortiza las estructuras anteriores como área cementerial.
Así, en lo que respecta al asentamiento romano los hallazgos más importantes son las estructuras del baño (balneum) que se han localizado, estudiado y que se encuadran entre el siglo II y V de nuestra era. Sus dimensiones, de tamaño grande, evidencian su capacidad para atender a un gran número de bañistas.
En cuanto a la necrópolis, a pesar del mal estado en el que se encontraba debido al expolio y al paso del tiempo, se pudieron recuperar dos sortijas de bronce y una de plata y establecer conclusiones que arrojaron luz sobre el área cementerial, especialmente sobre cómo era el ritual de enterramiento.
