Cincuenta redoblantes, pertenecientes a la Banda de Cornetas y Tambores de Fuentenovilla y a la Cofradía de Jesús Nazareno, de Mondéjar, han hecho sonar sus tambores durante una hora, en la Plaza Mayor de Fuentenovilla, en señal de duelo por la muerte de Cristo.
Para celebrar sus primeros diez años de vida que se cumplían hace unos días, la Asociación de la Virgen de la Soledad de Fuentenovilla (Guadalajara) interpretó, el pasado día 2 de abril, un concierto, desplegado en su doble condición de Banda de Cornetas y Tambores, y también, después, de Banda de Música. Entonces, el recital estuvo basado en marchas procesionales.
Además, según contaba esta mañana Ricardo Piña, director, después de que la idea surgiera hace años, asumieron el reto de convocar la I Tamborrada de Fuentenovilla, el día de Viernes Santo, igualmente con motivo del cumpleaños.
Así, esta mañana, en torno a medio centenar de tambores de La Alcarria, pertenecientes a la propia Banda de Cornetas y Tambores de Fuentenovilla y a la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno de Mondéjar (Guadalajara), se daban cita en la Plaza Mayor de la villa alcarreña. Los primeros, con sus túnicas blancas, con fajas negras, y los segundos, moradas.
A las doce en punto de la mañana, según el reloj del Ayuntamiento, Isabel Alarcón, una de las integrantes de la Banda fuentenovillera, hacía sonar la llamada. Detrás de sus primeros redobles, comenzaban a sonar todos los demás, en impresionante despliegue sonoro, como señal de duelo por la muerte de Cristo. De acuerdo en el mismo ritmo de fondo, marcado por los bombos, los tambores solistas le añadían su estilo particular a la espectacular tamborrada.
Durante exactamente una hora, sin parar, los cincuenta tamborileros hacían sonar sus instrumentos, en pleno centro de la villa alcarreña, provocando un impresionante redoble que se ha podido oír en varios kilómetros a la redonda. Justamente cuando la campana del reloj municipal daba la una, cesaba la tamborrada, dando paso a los aplausos de los fuentenovilleros que se han acercado a presenciarla
A su término, Ricardo Piña decía que “estamos cansados, pero emocionados y contentos, y muy agradecidos a nuestros paisanos de Mondéjar, que nos han ayudado”, un sentimiento que compartía también el mondejano Guillermo Pérez, director de la Banda de Cornetas y Tambores de la localidad vecina.
