Se llevará a cabo en 12 oficinas de farmacia de la provincia y participarán casi 400 pacientes; está respaldado por la Fundación Pharmaceutical Care y por Laboratorios Esteve
Además, el Colegio lanza una campaña informativa en todas las farmacias de la provincia dirigida a población general sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares
El Colegio de Farmacéuticos de Toledo ha puesto en marcha un estudio piloto para la detección en la oficina de farmacia de Riesgo Cardiovascular (RCV) en pacientes voluntarios de entre 40 y 65 años de edad. El proyecto es pionero en España y se llevará a cabo en 12 farmacias de la provincia que realizarán el seguimiento a casi 400 personas.
Ana María Rodríguez, presidenta del COF Toledo, Ana Dago, vicepresidenta de Pharmaceutical Care; Guillermo Estrada, vocal de Investigación y Docencia del COF, y Juan Olarieta, gerente de Relaciones Institucionales de Laboratorios Esteve en Castilla-La Mancha, han presentado esta investigación que impulsa el Colegio Oficial con el apoyo y respaldo de las instituciones y empresas mencionadas.
Ana María Rodríguez ha explicado que este proyecto pretende demostrar que la labor del farmacéutico está cada vez más orientada a la atención al paciente y a la prevención de patologías. “Hay pueblos de 200 habitantes que tienen oficina de farmacia, pueden ser un buen recurso para hacer política sanitaria preventiva, no solo por el bien del paciente sino también por la sostenibilidad del sistema”, ha afirmado.
El proyecto, según ha explicado Guillermo Estrada, se llevará a cabo durante los meses de abril y mayo y se podrán presentar resultados en julio. “Cuenta”, ha dicho, “con la aprobación de los médicos de atención primaria y el aval del Comité Ético del hospital Virgen de la Salud de Toledo y la Agencia Española del Medicamento. Consistirá en que las farmacias puedan realizar un completo análisis de factores anatómicos y metabólicos para medir y cuantificar posibles factores de riesgo”.
“Se trata, en definitiva, de controlar más exhaustivamente a una franja de la población que se escapa del sistema porque no acude con frecuencia al médico y en la que con estos controles podremos calcular la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular en los próximos 10 años”, ha finalizado.
Ana Dago, por su parte, ha asegurado que la Fundación Pharmaceutical Care tiene como objetivo potenciar la parte asistencial del farmacéutico dando cobertura y apoyo a proyectos como el que está pilotando el COF Toledo. Se trata, ha dicho, de un estudio “de mucho valor científico” que, en su opinión, “podrá ser replicado en otros lugares de España en el futuro”.
Finalmente, Juan Olarieta ha explicado que Laboratorios Esteve dará soporte económico al proyecto sufragando el coste del tratamiento estadístico de los datos. La empresa, ha subrayado, “tiene un compromiso especial con la prevención de las enfermedades crónicas como son las cardiovasculares” porque entra dentro de sus valores potenciar la formación, innovación 
e investigación desde la farmacia.
Campaña informativa para la población en general
La puesta en marcha de este proyecto piloto se complementa a nivel general con una campaña informativa que también ha puesto en marcha el Colegio con la colaboración de Health Market Research y que se llevará a cabo en todas las oficinas de farmacia de la provincia. Se repartirán carteles y trípticos informativos en los que se aboga por la prevención de enfermedades cardiovasculares a través de distintas recomendaciones.
Esta acción, según ha explicado también esta mañana la presidenta del COF Toledo, tiene como objetivo llegar a toda la población en general cumpliendo así con la máxima del Colegio de “cuidar la salud de los pacientes” y bajo el lema “Más vale prevenir que curar”.
Así, según ha detallado, en estos folletos se habla, entre otras cosas, de cuáles son los factores de riesgo (hipertensión arterial, dislipemias, hiperglucemia, sedentarismo, obesidad, sobrepeso y tabaquismo) y de la importancia de tomar medidas preventivas.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte para el conjunto de la población española y representan el 36% del total de defunciones en Castilla-La Mancha.
