El Centro Cultural San Clemente de Toledo, dependiente de la Diputación Provincial, ha cedido parte de sus fondos artísticos, en concreto los relativos al pintor toledano Pedro Román (1878-1948), para exportar su legado al Centro Cultural “Teresa de Calcuta”, ubicado en el barrio madrileño de la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, donde se expone parte de sus fotografías por primera vez en la Comunidad de Madrid.
El Fondo Pedro Román Martínez, que tutela la Diputación de Toledo, gracias al acuerdo firmado con la familia, ha sido sometido a un riguroso proceso de digitalización y catalogación, recuperando así las piezas que sus descendientes lograron conservar a pesar de las múltiples vicisitudes que el archivo fotográfico sufrió a partir de la Guerra Civil.
La Diputación conserva 970 positivos ya digitalizados y catalogados y es su intención la difusión del archivo fotográfico de Pedro Román, convertido en cronista gráfico de su tiempo y sus fotografías en testimonio de las primeras décadas del siglo XX de Toledo.
Y por ese motivo prepara una exposición itinerante por la provincia de Toledo, para que todos los ciudadanos disfruten de unas fotografías que defienden, protegen y conservan en sus instantáneas la importancia del patrimonio histórico, artístico y cultural de la ciudad de Toledo y su provincia.
Mientras ese proyecto se consolida se ha atendido la petición del nieto del artista, Lorenzo Andrinal Román, para exponer las fotos de su abuelo en el Centro “Teresa de Calcuta”, de Madrid.
El hecho de llevar, por vez primera, parte de la obra de Pedro Román a Madrid responde al deseo de su familia de recordar la formación recibida por el artista en Bellas Artes en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado (San Fernando), entre 1899 y 1901.
Se trata de una selección de imágenes procedentes de la gran exposición “Pedro Román Martínez. Toledo, fotografía y pintura”, que se celebró en el “Centro Cultural San Clemente” de Toledo del 19 de diciembre de 2008 al 1 de febrero de 2009.
Los temas que reflejan las fotografías seleccionadas abarcan muchos aspectos de la realidad de la ciudad de Toledo y de sus habitantes a principios del siglo XX, resaltando de forma especial la gente sencilla, el río Tajo y los oficios, tradiciones y costumbres de aquella época.
La obra está siendo muy valorada por los visitantes, quienes consideran que cada fotografía es “una obra de arte” porque son imágenes que transmiten “sentimientos”.
