La dependencia del sector agrario, los contratos temporales y el desempleo femenino, señales alarmantes según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social
El número de parados en Castilla-La Mancha al término del mes de febrero se situó en 202.647 personas según los datos publicados hoy por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, lo que supone un total de 421 desempleados más respecto al mes anterior. A pesar de que en relación con febrero de 2016 el paro bajó en 24.196 desempleados (-10,67 %), la calidad del mercado de trabajo sigue estando lejos de los niveles deseables.
La fragilidad laboral en Castilla-La Mancha continúa estando marcada por la estacionalidad y el carácter de los empleos firmados. En este sentido, el aumento de desempleados en agricultura (1.878 desempleados) se ha paliado, en parte, con la creación de puestos de trabajo en el sector servicios (758). Asimismo, de los 52.197 contratos firmados, hasta un 91 por ciento de los mismos fueron temporales.
Pero hay otros indicados que muestran pautas alarmantes en el mercado laboral de la región. Así, el desempleo femenino continúa siendo un problema a resolver, ya que representa el 60 por ciento del total de parados, además de que el acceso al mundo laboral de las mujeres sigue registrando dinámicas negativas con 11.234 desempleadas que no han trabajado con anterioridad.
Por provincias, la mayor subida del número de parados se ha registrado en Ciudad Real (473), seguido por Toledo (428) y Guadalajara (28). En cambio, ha bajado en Albacete (338) y Cuenca (170).
Asimismo, la Seguridad Social perdió en el segundo mes del año en la región una media de seis afiliados respecto a enero, lo que situó el número de ocupados en la región en 648.183 cotizantes.