Ambas organizaciones conjuntamente están manteniendo contactos con la delegación del gobierno de España en Castilla-La Mancha para avanzar en las investigaciones
En los últimos días, las estaciones de servicio de la provincia de Toledo están siendo objeto de actos vandálicos de sabotaje por parte de lo que presuntamente pudiera ser un grupo organizado que sólo tiene por objeto causar daños y sembrar el terror sin que hasta el momento se conozca el móvil que motiva estos ataques.
FEDETO y la asociación muestran su preocupación ante estos gravísimos acontecimientos que están provocando elevados daños materiales a los afectados pero que empiezan a sembrar el terror entre los propietarios de las estaciones de servicio, pues estos actos vandálicos y terroristas podrían haber causado daños personales graves e incluso la muerte de empresarios y trabajadores si al cometerse hubieran estado en sus instalaciones. Algo que puede ser impredecible habida cuenta de los diferentes horarios de estas empresas.
No se puede consentir, en modo alguno, que este tipo de actos terroristas queden impunes y mucho menos que vuelvan a reproducirse.
Ya han sido varios los encuentros de FEDETO y la asociación con el Delegado del Gobierno para tratar estos alarmantes sucesos. Ambas instituciones quieren dejar constancia de la buena y eficaz labor de la delegación y de los agentes de las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad de Estado.
Por su parte FEDETO y la asociación van a iniciar una campaña conjunta de seguridad en este tipo de empresas y permanecerá en contacto permanente con la Delegación del Gobierno para trasladar toda la información necesaria para que las pesquisas de las investigaciones en curso obtengan resultados positivos.
Ataques terroristas de este tipo que afectan a un sector concreto como el de estaciones de servicio, es percibido como un ataque a todos los empresarios, sea cual sea el sector al que pertenezcan. La unidad de todos frente a este tipo de situaciones es total y, además se solicita a la sociedad toledana en su conjunto su máxima colaboración.
Ante el terror que quieren implantar, no se sabe con qué objetivo, unos pocos, la sociedad debe reaccionar unida y pedir la aplicación de las normas penales hasta sus máximas consecuencias.
Si este tipo de actos se llevaran a cabo en horario de atención al público los daños personales podrían ser desastrosos. Sin perjuicio de los daños que se están provocando o se pueden provocar a las economías de las empresas y sus trabajadores.