El diputado de Cultura, Francisco Javier Doménech, ha resaltado la importancia del proyecto La Memoria Oral de la Provincia de Cuenca, coordinado por el historiador Miguel Romero, porque permitirá preservar para generaciones venideras el patrimonio inmaterial de nuestra provincia, ahora solo disponible en la memoria de los conquenses más longevos
La primera fase de La Memoria Oral de la Provincia de Cuenca ya está en marcha y, en la actualidad, se está trabajando en La Serranía, donde está previsto realizar entrevistas a 130 personas mayores de 80 años de 61 municipios, incluida la capital
Con el objetivo de recuperar, conservar y difundir el patrimonio inmaterial de la provincia, la Diputación de Cuenca ha puesto en marcha en la recta final del presente año el proyecto denominado La Memoria Oral de la Provincia de Cuenca, que coordina el historiador conquense Miguel Romero.
Un ambicioso proyecto que, según Francisco Javier Doménech, diputado de Cultura, , es importante llevar a cabo, puesto que permitirá preservar para generaciones venideras el patrimonio inmaterial de nuestra provincia, ahora solo disponible en la memoria de los conquenses más longevos y susceptible de desaparecer progresivamente con el paso del tiempo.
Y es que, según agrega, estos conquenses atesoran en su memoria la historia de nuestros pueblos, su evolución, sus tradiciones, sus costumbres, los oficios artesanales y, en definitiva, un valioso legado digno de conservar y difundir, que, además, puede contribuir a incrementar el atractivo turístico de nuestra provincia y complementar los recursos monumentales, naturales y paisajísticos característicos de nuestro medio rural.
Además, en Cuenca, al igual que en otras áreas culturales españolas marcadas por el predominio de la vida rural, la vida tradicional ha tenido escasa variación en los últimos tres siglos, por lo que al recoger las vivencias de nuestros mayores se está preservando esta parte de la historia.
El proyecto de La Memoria Oral de la Provincia de Cuenca se desarrollará en tres fases, intentando cubrir una comarca natural en cada una de ellas (La Serranía, La Alcarria y La Mancha). La primera ya está en marcha y se está centrando en la zona de La Serranía conquense, donde se prevé entrevistar a un total de 130 personas mayores de 80 años de 61 municipios, incluida la capital.
Estas entrevistas tendrán una duración de entre una y dos horas y son filmadas en formato digital de alta resolución con equipos integrados por un técnico de comunicación e imagen y por un antropólogo, trabajando sobre un cuestionario base que se modifica en función de las características de los entrevistados.
Estos trabajos de campo implican la existencia de otros equipos dedicados a la transcripción, digitalización y tratamiento de los datos recabados con el fin de obtener un producto de fácil difusión y uso por la ciudadanía.
En cuanto a los entrevistados, indicar que se ha procurado que haya un número similar de hombres y mujeres, valorando especialmente a aquellos informantes que hayan estado vinculados a oficios en peligro de desaparición o formas de vida ya alteradas por la economía moderna.
Dichas entrevistas serán tratadas aplicando el novedoso programa Dédalo, que permite su difusión en la red, creando para ello un Banco de Memoria alojado en el portal web de la Diputación Provincial de Cuenca, que podrá ser consultado libremente por los ciudadanos. Asimismo, podrá alojarse en las páginas web de los Ayuntamientos los Bancos de Memoria de los vecinos de la localidad o de la comarca.
Al haberse procesado con el programa Dédalo, la consulta del Banco de la Memoria será absolutamente interactiva, permitiendo al visitante preguntar al entrevistado mediante opciones temáticas (cultivos, oficios, herramientas, gastronomía, familia, enfermedades, remedios tradicionales, etc…) y obteniendo la correspondiente respuesta de inmediato en pantalla.
De la misma manera, junto a la memoria oral, el proyecto también contempla recoger en el mismo formato otros elementos del patrimonio inmaterial, así como del material asociado al mismo; es decir, herramientas, talleres de trabajo, especies vegetales y animales autóctonas, viviendas tradicionales, vestimentas, etc.
En definitiva, una excelente herramienta que posibilita el aprovechamiento del patrimonio inmaterial con fines educativos, de investigación o como elemento de creación de recursos para el turismo rural y cultural tan importante para el desarrollo de la provincia.
