Obra del fuentenovillero oriundo Luis Mariano Benito, se mete de lleno en la historia de cada pueblo. La presentación fue prologada por José María Bris, e introducida por Montserrat Rivas, alcaldesa de Fuentenovilla.
Este fin de semana Luis Mariano Benito ha presentado en Fuentenovilla (Guadalajara) su libro ‘Las villas del Sur de la Alcarria en el siglo XVI’. Su exposición fue prologada por José María Bris, exalcalde de Guadalajara, y fue Monserrat Rivas, alcaldesa de Fuentenovilla, quien se encargó de dar la bienvenida a los ponentes y de introducir al autor.
Rivas calificó a José María Bris de “amigo de Fuentenovilla”, y destacó el pundonor del escritor, fuentenovillero oriundo. “En primer lugar, Luis, quiero decir que es un gran placer acogerte aquí, en tu pueblo, antes que como escritor, como persona. Dicen que nadie es profeta en su tierra, pues bien, los fuentenovilleros queremos que tú si lo seas. Y digo como persona porque sabemos de tus problemas de salud, pero sabemos aún mejor la energía y voluntad con la que los has superado admirablemente convirtiéndote en un ejemplo para todos nosotros”.
En su presentación, José María Bris afirmó que volver a Fuentenovilla “siempre es un placer”, por la hospitalidad de sus gentes y por contemplar su maravillosa Plaza Mayor y su Picota, “la mejor de Guadalajara, que junto con la iglesia conforman un conjunto inigualable”. En cuanto a Luis Mariano Benito, Bris dio las gracias al autor por la redacción del libro, en el que ha llevado a cabo “además de un excelente trabajo de escritura y de novela de ficción, una amplísima investigación, por la que tambén hay que darle las gracias”. Bris se refirió a que ‘Las villas del Sur de la Alcarria en el siglo XVI’ incluye un aumento sobre cada pueblo, en el que se incluyen diferentes cuestiones “de gran interés histórico general y particular”. También estuvo presente en el evento, Pablo de la Torre, concejal de Cultura.
Nacido en Madrid, 1971, pero de ascendente fuentenovillero, Luis Mariano Benito ha dedicado su vida profesional a la docencia en el colegio Los Salesianos de Ciudad de los Muchachos, a la dirección comercial de varias empresas punteras y al periodismo tecnológico, labores todas que se vieron truncadas debido a una enfermedad crónica que contrajo en el año 2008. Bien se puede decir que esa enfermedad de Luis es un abanico de dolencias que minimizan su estado físico y mental haciéndolo depender de tratamientos médicos y farmacológicos. Fruto de esta enfermedad limitante es su libro ‘Mis bendiciones‘, una obra escrita desde el corazón y para el mundo. En el año 2014 sufrió su tercer infarto cerebral y, como ejercicio mental, empezó a traducir del castellano antiguo los censos de Felipe II. Al encontrarse con gran cantidad de material se lanzó a escribir esta obra la obra ‘Las villas del sur de la Alcarria. En el siglo XVI’. “Para mí, presentar mi libro en Fuentenovilla resulta muy emotivo, porque soy de Fuentenovilla, como demuestra que la portada del libro sea precisamente la Picota”.
El autor recordó que escribir le ayudó a superar su enfermedad, pero además “quise escribir algo útil”. Así, con este libro, Benito acerca al gran público la historia de la Alcarria. El resultado es este censo, desarrollado también como historia de ficción, que se mete de lleno en la vida del siglo XVI, incluyendo como aumento de cada capítulo “usos y costumbres de la época”. El hilo conductor de la obra es el viaje que llevan a cabo los personajes de ficción Rodrigo Matesanz, notario real, y su criado y cristiano nuevo, Lorenzo Cuadrado, que tenían como cometido ir de pueblo en pueblo recabando la información necesaria. Las ‘Relaciones topográficas de los pueblos de España‘, se hicieron por orden de Felipe II, siendo éste el nombre con que comúnmente son conocidas. Esta es una obra estadística resultado de una empresa acometida por Felipe II en España que pretendía ofrecer una descripción detallada de todos los asentamientos poblacionales en los reinos bajo su mandato. La obra original está depositada en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Tiene una estructura de cuestionario prefijado con interrogantes o, como dicen los personajes de la novela de Benito, “capítulos”, que aluden a aspectos sociológicos, demográficos, geográficos, estratégicos y económicos de cada localidad.
Este cuestionario debía ser respondido por una delegación de hombres viejos, sabios o letrados de cada lugar, con la mayor profusión posible. El propósito del trabajo era, muy en la línea de control burocrático exhaustivo de Felipe II, tener un conocimiento amplio de cada lugar del reino. El Censo Real al final no se imprimió porque el rey no consiguió la totalidad de la información que esperaba. Aunque si se cree que a su Majestad se la leyeron, ya que lo que él quería saber era, más que conocer la población que vivía en su dominio, tener un referente de la economía que generaba para ajustar los tributos que tenían que aportar. Aún representando sólo una porción pequeña de población de la España de la época, lo cierto es que tienen un incalculable valor para tomar conciencia de la realidad española de finales del siglo XVI. De hecho, el ímprobo esfuerzo administrativo realizado por el gabinete de Felipe II, nos brinda hoy la oportunidad de obtener una información que de otro modo sería del todo imposible de recabar, dado que en muchos casos se refiere a pequeñas aldeas que de no ser así, jamás habrían encontrado acomodo en ningún escrito oficial. La pena es que haya una sola población del sur de la Alcarria de Guadalajara que no contestara, Fuentelviejo, con lo cual los visitadores simplemente la pasan de largo.
