Ayer noche jueves, 4 de agosto, y como marca la tradición la Mayordomía de NUESTRA SEÑRA de la Piedad trasladaba la santa imagen de la patrona de Quintanar de la Orden (Toledo), desde su ermita situada en el que fuera barrio judío en el centro de la localidad hasta el templo Parroquial, donde permanecerá hasta el próximo 15 de agosto, día grande de las fiestas patronales.
Que los quintanareños están ya de fiesta se pudo comprobar ayer noche en el multitudinario traslado de la patrona que sale de su ermita en procesión hasta la iglesia de Santiago donde permanecerá para celebrar el novenario que desde el día 5 y hasta el 13 se celebra en su honor.
Es el preámbulo a unas fiestas patronales que ya se están viviendo con una intensa actividad tanto de ocio, social, cultural o deportivamente y que llevara a quintanareños y quintanareñas hasta el próximo día 14 víspera del día grande para coronar a su reina y damas de las fiestas 2016
Santiago Villaseñor Reneses, Mayordomo Mayor de la fiesta, presidía el acto procesional acompañado del resto de mayordomos, Reina y Damas de las fiestas del 2015, así como camareras y servidores de la Virgen que portaban la carroza, También asistió, Juan Carlos Navalón, alcalde de Quintanar de la Orden que estuvo acompañado por toda la corporación municipal, además de los capellanes de la virgen los padres franciscanos. La procesón estuvo amenizada por la la Banda Sinfónica Municipal, dirigida magistralmente por su director Sebastian Heras Romero, poniendo la nota musical de calidad al solmene acto.
Cientos de personas acompañaron a la patrona quintanareña que no quisieron perderse el traslado de la La Piedad, así como ver in situ la restauración que la mayordomía ha realizado a la majestuosa carroza de la Virgen (Una barca llevada por Ángeles que surcan el Cielo). Será ya el próximo 15 de agosto, cuando de nuevo la Virgen de La Piedad salga de la Iglesia de Santiago para realizarle la Ofrenda Floral y posterior procesión por el recorrido de costumbre a cuya finalización la imagen regresa a su ermita.
A la entrada a la Iglesia de Santiago, la santa imagen fue recibida entre aplausos y vitores de los fieles devotos cantando la salve Regina