Dentro de los actos de conmemoración de la Semana del Orgullo, la Plaza Mayor de Ciudad Real ha acogido la lectura de un manifiesto elaborado por la Asociación LGTBQ Ciudad Real. Y por segundo año del balcón municipal cuelga la bandera arcoíris. Y ha celebrado por primera vez la Pride Ciudad Real Music Festival en el Auditorio de La Granja, a la que se espera la asistencia de un millar de personas.
Acompañando a la Asociación en la lectura del manifiesto han estado presentes Manuela Nieto-Marquez, concejala de Igualdad, Sara Martínez, concejala de Juventud y Participación Ciudadana, y Jorge Fernández, concejal de Ganemos.
En el comunicado se ha recordado a los fallecidos en la masacre de Orlando y se ha lamentado que haya habido un aumento de las actitudes homófobas, por lo que se ha demandado “a quien corresponda que se tomen las medidas necesarias para que no se vuelvan a repetir”.
“Aunque hay mucho camino ya recorrido, el objetivo de la igualdad real efectiva está aún lejos. A pesar de tener reconocida la igualdad jurídica, queda micho por hacer y es labor de todos y todas, no solo del colectivo, conseguir ese fin”, afirma el texto que reconoce que “aún hoy en día es complicado encontrar en nuestra tierra puntos de apoyo y referentes en la defensa de nuestra dignidad y nuestros derechos”.
A pesar de esto el manifiesto es optimista y considera que “con la implicación de todos, puede que ya no resulten necesarios este tipo de actos en un futuro próximo”
Elena de la Rubia, presidenta de la Asociación LGTBQ Ciudad Real, reconocía que aún se tiene miedo a comunicar las agresiones por motivos de orientación sexual que se están produciendo en la escuela, en las familias, en trabajo o agresiones físicas como la registrada en Daimiel hace un mes. También en la zona del Torreón dos jóvenes que se encontraban besándose recibían insultos hace dos meses