Ángel Rubén Arias, concejal del ayuntamiento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) ha dado suvaloración del equipo de gobierno sobre lo ocurrido ayer en el pleno ordinario, en una sesión que duró 7 horas y que se alargó hasta la madrugada.
El edil afirmó que le producía sobre todo tristeza el ver como el Partido Popular jaleó a un grupo de ciudadanos para que el titular de hoy en los medios de la moción sobre laicidad y no sobre los asuntos realmente importantes del pleno, como fueron el inicio del expediente de licitación de las parcelas del polígono, que atraerá inversión y empleo a Alcázar de San Juan, el inicio de los tramites de revisión de la concesión de la planta de revalorización de neumáticos, donde como se explicó en el pleno, existen indicios de anomalías administrativas, urbanísticas e industriales, y sobre todo el inicio de la remunicipalización de Aguas.
Este último punto es sobre todo importante, porque significa el comienzo de un proceso que corrija el “regalo” de las Aguas que hizo Diego Ortega, y devolver la empresa “a sus legítimos dueños, que son los ciudadanos y ciudadanas de Alcázar de San Juan”.
Y para tapar esos asuntos, no han dudado en utilizar esta moción, que únicamente pretende recalcar la laicidad del Estado como garantía precisamente para el libre ejercicio de las creencias religiosas, de todas. Esta moción está en sintonía con la propia postura del Papa Francisco, que en diversas entrevistas ha defendido la laicidad de los Estados.
Por eso extraña que los concejales del PP, algunos en activo, y otros que lo fueron y estuvieron entre el publico, mantuviesen una oposición a una moción que no es sino el reflejo de la postura que ha mantenido el Papa. La única explicación posible es que el intento de que la polémica oculte los otros puntos del orden del día.
Por último, el concejal deseó que los hechos de ayer fuesen “primera y la última vez en que los insultos del calibre que se lanzaron puedan ser oídos en una institución democrática como lo es el pleno municipal”