En el apartado de fiesta tradicional. Fue Primitivo Alguacil, vicepresidente de la Asociación Medieval de Sigüenza que las organiza en colaboración con el Ayuntamiento, quien recogió el galardón.
La Asociación Medieval Seguntina junto con el Ayuntamiento de Sigüenza, recibieron el premio popular Nueva Alcarria, como fiesta tradicional en la que fue la XXVIII edición del evento. Fue Primitivo Alguacil, vicepresidente, de la Asociación Medieval, quien recogía el galardón, de manos de Silvia Montalvo directora de Marketing de Santogal, empresa patrocinadora del evento.
Primitivo Alguacil hizo extensivo el premio, además de a la propia Asociación a la que representaba y al Ayuntamiento que colabora en la organización, “a toda la ciudad de Sigüenza, que se implica para que cada año las Jornadas Medievales sean un éxito”, agradeciéndoles “de corazón, su participación a los seguntinos”. Además, Alguacil recordó a los espectadores, que su cita con el pasado medieval seguntino en las Jornadas tendrá lugar en el fin de semana del 8, 9 y 10 de julio, además de felicitar a Nueva Alcarria “primero y fundamentalmente por su labor periodística a lo largo de tantos y años, y después por la recuperación de los premios”.
Acompañándole sobre el estrado del teatro Buero Vallejo, abarrotado con ocasión de los premios, estuvieron el alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, y algunos de los directivos y miembros de la Asociación, caracterizados con sus atuendos medievales y representando, como no podía ser de otra manera, a los personajes históricos de la ciudad del Doncel que le dan vida cada año, y desde hace 17 a las Jornadas Medievales.
Como recordaban los presentadores del evento los periodistas Miriam Pérez y Alberto Moreno, la Asociación Medieval de Sigüenza, con la colaboración del Ayuntamiento, hace regresar a Sigüenza al Medievo el segundo fin de semana de julio desde hace diecisiete años en unas jornadas que mueven hacia la ciudad del Doncel a más de 20.000 personas.
El encierro y el destierro de Doña Blanca de Borbón cobran vida cada año en medio de justas, paradas artesanas, desfiles, conjuros de brujas, música callejera y conciertos que se convierten en una excusa más para ir a la segunda localidad más visitada de Castilla-La Mancha. Además, son la muestra del afecto que la ciudad siente por su reina, Doña Blanca de Borbón.