Nieta del cofundador de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Sebastián Aguado e hija también de uno de sus académicos, José Aguado, ingresa en la RABACHT con la medalla número 24
Se trata de la segunda mujer que pasa a formar parte del equipo de Académicos Numerarios, entre los que ya se encuentra la pintora Dalila del Valle
Es la primera vez que un académico en vida cede su medalla, como lo ha hecho en este caso el catedrático Juan Nicolau por “honradez y honestidad”, destacaba en su discurso de contestación el académico Félix del Valle
La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Histórica de Toledo, RABACHT, recibía a su académica numeraria Rosalina Aguado Gómez, quien recibía de manos de su director, Roberto Jiménez Silva, la medalla número 24 en un acto que acogía la Escuela de Arte de Toledo. Dos instituciones muy vinculadas a lo largo de los años que a partir de ahora estrechan lazos, aún más si cabe, porque la incorporación de Rosalina Aguado “marca un punto y seguido en la relación de la familia Aguado con la Real Academia”, decía Jiménez Silva durante la presentación de la nueva académica.
En este sentido explicó que esta relación se iniciaba el 11 de Junio de 1916 cuando ostentó la medalla número 1 su abuelo, Sebastián Aguado Portillo, como uno de los fundadores de la RABACHT. A partir de ese momento, y desde la incorporación el 11 de mayo de 1975 de su padre, José Aguado Villalba con la medalla número 18, “muchas han sido las aportaciones que, de una u otra forma, la familia Aguado a protagonizado en esta institución, contribuyendo, -junto a tantos otros-, a que el próximo año podamos celebrar con gozo y entusiasmo el I Centenario”.
Y de esta forma, el escenario para celebrar el acto de ingreso de Rosalina Aguado no podía ser otro que la Escuela de Arte y más aun siendo el tema de su discurso “La imagen de Toledo en la obra artística del pintor Matías Moreno”, fundador del centro de enseñanza. Una laudatio en la que fue repasando la trayectoria del pintor de forma magistral, aportando imágenes tanto de su obra pictórica como fotográfica, en las que Toledo, sus gentes y sus costumbres eran los principales protagonistas de sus trabajos.
Destacar que se trata de la segunda mujer que pasa a formar parte del grupo de Académicos Numerarios de la Real Academia, que ya cuenta entre sus filas con la artista Dalila del Valle.
Como novedad, apuntar también que esta es la primera ocasión en la que un académico en vida cede su medalla a otro entrante. Normalmente, según los Estatutos, se entrega por fallecimiento. En este caso, Rosalina Aguado ha recibido la medalla de Juan Nicolau que “ha dejado voluntariamente su puesto de Numerario por honradez y honestidad”, decía el también numerario Félix del Valle en su discurso de contestación, explicando las dificultades de Nicolau para atender sus dos obligaciones, sus dos devociones, la de catedrático de Instituto que, en horarios, coincidía con las sesiones de la Real Academia.
Curriculum
Rosalina Aguado se declara ceramista, oficio y arte heredados de su familia, experta en cuerda seca, en aristas en engobes y en pintura sobre aparejo blanco. Licenciada y Doctora en Historia del Arte (cum laude) cuenta en su haber con más de una veintena de cursos relacionados con las Bellas Artes y las llamadas Artes Menores. Entre ellos destacan Curso de Artes Aplicadas a la Escultura, Curso de Dorado y Policromía, Diseño volumétrico artístico-artesanal, Diseño y Artes Aplicadas al mundo contemporáneo, Nuevos Enfoques Metodológicos del Patrimonio Histórico o Arte Contemporáneo, la actualidad del hecho artístico.
Asimismo, de entre sus más de 15 publicaciones cabe destacar Estudio de la azulejería toledana de la llamada Casa del Greco, Sombras de Esplendor. Apuntes sobre la cerámica de las Casas Consistoriales de Toledo, Alicatados toledanos, Sebastián Aguado Portillo, la magia de la tierra y el fuego, La figura del Cid en la pintura del siglo XIX y Un artista para el recuerdo: el artista y la ciudad en la época de Ricardo Arredondo.
Próximamente publicará el libro escrito conjuntamente con su padre, “Azulejería toledana de arista y cuerda seca desde los siglos XV al XIX”.