Rafael Cantero, Francisca y Joaquina Trujillo Cañas, y Celia Valverde ya son los nuevos Socios de Honor de la agrupación de coros y danzas de Argamasilla de Alba
Un año más, la Agrupación de Coros y Danzas “Mancha Verde” de la ciudadrealeña localidad de Argamasilla de Alba ha puesto en valor la actividad y voluntad tanto de personas a nivel individual, como asociaciones y colectivos en pro de la cultura y tradiciones manchegas, con la entrega de su Insignia de Oro y nombramiento de Socios de Honor, que tuvo lugar ayer sábado en la Casa de Medrano de la localidad.
Ayer noche de exaltación de las tradiciones y las gentes manchegas, afirmaba Pablo Martín presidente de Mancha Verde, “reconocemos a personas cuyas alforjas de la vida están llenas de experiencias, que supieron guardarlas para entregárnoslas cuando las hemos necesitado, y gracias a ellas no hemos tropezado dos veces en la misma piedra”.
Así en esta edición los nuevos Socios de Honor fueron: Celia Valverde, Francisca y Joaquina Trujillo Cañas, y Rafael Cantero; según indicaba el presidente de Mancha Verde: “por ir más allá de las tradiciones, luchando contra viento y marea o mejor… contra verdaderos gigantes, y no molinos, por la defensa de la cultura y las tradiciones manchegas”.
El primer reconocimiento de la noche fue entregado por Jesús Mulas, concejal del Partido Popular, y Antonio Arenas, secretario de Mancha Verde, a Celia Valverde, que lo dedicó a sus compañeros de la Antigua Escuela de Baile “Crisanto y María del Rosario” de la localidad, y, además de a su familia, a Mancha Verde “porque sois vosotros los que os merecéis este reconocimiento llevando el nombre y los bailes de Argamasilla por tantos sitios”.
A continuación Esther Trujillo, portavoz del Izquierda Unida, y Tomás Almarcha, instructor de baile de la agrupación, entregaron el reconocimiento a Joaquina y Francisca Trujillo Cañas, en representación de Francisca, que no pudo asistir, sus hijos Paqui y Vicente Rubio se lo dedicaron, en nombre de su madre, “a Mancha Verde, al folclore y en especial a su hija” recientemente fallecida.
De manos Pedro Ángel Jiménez, alcalde, de Argamasilla de Alba, y de Beatriz Ordoñez, instructora de rondalla, Rafael Cantero recibió el diploma y la insignia “con plena gratitud, pues tengo plena conciencia de lo que vale y bien sé que un reconocimiento de estas características nos crea, humildemente, la ilusión de que algo hicimos para merecerlo”. También puso de manifiesto los lazos de amistad, gracias al folclore, que le unen a Argamasilla de Alba y a Mancha Verde, a los que declaró sentir admiración por sus bailes, “sobre todo por las torrás, una de las piezas folclóricas más bonitas de nuestra comunidad”.
Por otro lado, Cantero, agradeció a Pablo Martín su iniciativa porque la seguidilla manchega fuera declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial, título que le ha sido concedido recientemente, gracias a su empeño, “porque de él partió esta idea”.
Martín instó a todos los manchegos y en especial a los que ocupan “un cargo de relevancia” en la región que trabajen para que la cultura manchega, presente y futura, siga viva.
El presidente de Mancha Verde, también se congratuló, como amante del folclore, por el reciente reconocimiento de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a la Seguidilla Manchega declarándola Bien de Interés Cultural en la categoría de Bien Inmaterial, de la que él fue uno de los promotores, y Rafael Cantero, uno de los artífices de este logro, junto al grupo de expertos encargado de hacer la propuesta, auspiciados y coordinados por la Federación Castellano Manchega de Asociaciones de Folklore.
Como indicaba la presentadora del acto, Sonia Castro, en 2009 Mancha Verde estimó oportuno y necesario reconocer a todos aquellos que en el pasado o en la actualidad han trabajado o trabajan por defender y preservar las tradiciones manchegas, con la entrega de su Insignia de Oro y nombramiento como Socios de Honor, título que ya ostentan: Luis Cobos, José Romagosa, Cayo Lara, Tiquitoc Teatro, Lorenzo Menchén o Jesús Francisco Moreno, entre otros.
Homenajeados:
Celia Valverde (Argamasilla de Alba, 1937) comenzó a bailar a los 7 años, y entre otros motivos recibió este reconocimiento por ser una persona comprometida con esta tierra, sus gentes y tradiciones; y no sólo de forma verbal sino bailando, actualmente lo sigue haciendo en el grupo Antigua Escuela de Baile “Crisanto y María del Rosario” de nuestra localidad, a los que quiso dedicar este “honor”, además de a su familia y a Mancha Verde “porque sois vosotros los que os merecéis este reconocimiento llevando el nombre y los bailes de Argamasilla por tantos sitios”.
A Francisca (Argamasilla de Alba, 1931) y Joaquina Trujillo Cañas (Argamasilla de Alba, 1940), son merecedoras de este merito sobre todo por ser transmisoras de las tradiciones. Gracias ellas, a sus recuerdos, Mancha Verde ha conseguido recuperar para su repertorio la Jota Aragonesa, prácticamente perdida.
A Rafael Cantero Muñoz (Córdoba, 1957), “puede considerársele ya una institución folclórica en Castilla la Mancha”, aseveraba Martín, por su dedicación al folclore y tradiciones desde que a los 17 años se incorporase al Grupo de Coros y Danzas de las Sección Femenina de Ciudad Real, que posteriormente pasó a llamarse Mazantini.
Cantero es habitual participante en conferencias, charlas o seminarios relacionados con la difusión de la cultura tradicional, además se ser autor de numerosos libros y estudios. Asimismo su labor ha sido reconocida, entre otras, con la Insignia de Oro de la Federación Castellano Manchega de Folklore, en 2008, o con la Insignia de Oro de la Asociación de Coros y Danzas de Ciudad Real, en 1998.