En cuatro días de viaje al Siglo de Oro de la mano de las asociaciones locales, que han preparado espectáculos teatrales y musicales basados en la historia de Pastrana, magníficamente documentados y ambientados por la soberbia colección de trajes renacentistas que confeccionan anualmente la Asociación de Damas y Caballeros de Pastrana en su taller de costura.
Durante cuatro días, Pastrana ha propuesto un viaje en el tiempo, con destino el Siglo de Oro, con el que ha asombrado a propios y extraños. El Festival Ducal de Pastrana goza de un programa extenso, pleno de acontecimientos, pero sin duda, lo mejor de todo es que “nace del amor a su tierra de los pastraneros”, valora su alcalde, Ignacio Ranera.
Miles de visitantes se han acercado a la villa ducal para presenciar alguna de las muchas propuestas culturales, siempre ambientadas en la historia local, o simplemente para curiosear en el mercado renacentista que, con cerca de cincuenta puestos variopintos, quedó establecido en el entorno inmejorable de la Plaza de la Hora. El Festival comenzaba el jueves, con el pregón de las tres culturas, y continuaba con la entrega del premio princesa de Eboli, que este año recibió el obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, “por apostar, en un momento complicado en lo económico, por la ejecución del Museo de los Tapices de Pastrana”, afirma el regidor. Fue el propio obispo quien recogió, de manos del regidor, la efigie de la princesa de Eboli que distingue a los premiados.
El viernes, la ambientación histórica y teatral la iniciaban, en la Plaza de los Cuatro Caños, los romances, títeres y sainetes, para expandirse después por el corazón de la villa ducal. Como en todas las celebraciones pastraneras, la música también ha sido protagonista en ésta, igualmente poniendo sobre el tapete el trabajo que en este sentido llevan a cabo las asociaciones y grupos locales. El jueves, la Coral de La Paz, sabiamente dirigida por Marcelo Duarte, le puso la banda sonora al espectáculo ‘Buscando a Teresa’. Recitaron catorce poesías, “un pequeño auto sacramental sobre la vida de Santa Teresa que relacionaban diversas etapas de su vida, reforzado por una canción de la misma poesía pero en versión coral”, explicaba el director. El domingo, la Coral de La Paz ha cantado en la solemne función religiosa en latín que se ha celebrado en la Colegiata de Pastrana.
El viernes, la música subrayó, por partida doble, la celebración pastranera: primero en el concierto de órgano, que interpretó María Angeles Jaén Morcillo y después en ‘Camino de Castilla’. La guitarra de Juan de Madrid, y la profunda y aflamencada voz de Nati de Vallecas, acompañaron el espectáculo teatral que narra el viaje de ida y vuelta entre Las Alpujarras y Pastrana, que hiciera una mujer anónima, perseguida por el infortunio. “Es la triste historia de la emigración morisca en el siglo XVÏ”, resumía Fernando Romo, director del Festival.
Además de la artesanía en el Mercado Renacentista, sin duda el plato fuerte del Festival Ducal de Pastrana fueron las representaciones teatrales del sábado que, como todo lo que se ha podido ver en el Festival, estuvieron basadas en la historia de la villa ducal. En primer lugar, la Asociación de Damas y Caballeros representó en las calles un retablo judío y morisco, “recordando siempre las tres culturas de Pastrana y haciendo referencia a lo injusta que fue su expulsión de Pastrana”, decía ayer Javier Gumiel, director de teatro de este colectivo. En los balcones de diferentes calles del casco histórico, la Banda de Música de Pastrana, que también ha participado activamente de la celebración, ambientaba las evoluciones de actores y actrices. Poco después, subían al escenario levantado en la fachada del Palacio Ducal, los integrantes del Grupo de Teatro Moratín para representar un fragmento de ‘La venganza de don Mendo’, de Pedro Muñoz Seca. La protagonista femenina del espectáculo era Mercedes Bermejo, una de las actrices del grupo, y también concejala de Cultura del Ayuntamiento de Pastrana. “Creo que a la vista está que el Festival Ducal se supera cada año. En cada edición hay novedades, que las asociaciones de Pastrana preparan con mimo dando lo mejor de sí mismas para ponerlas en escena en estos días, buscando siempre la superación, nada fácil ya, de los precedentes”, valoraba Bermejo.
Al filo de las once de la noche comenzaba el plato fuerte del programa, el espectáculo ‘Entre tierra y suelo’. Fueron setenta actores y actrices los que subieron al escenario de la fachada del Palacio Ducal para representar esta obra, creada con motivo del V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús. Los actores y actrices pastraneros trabajaron, en esta ocasión, en colaboración con actores y bailarines profesionales, todos sabiamente dirigidos por el director de teatro del festival, Fernando Romo.
Al caer la tarde del sábado en Pastrana, en la Plaza de la Hora no cabía un alfiler. Mientras los visitantes apuraban sus compras en el Mercado Renacentista, el público iba llenando las localidades para presenciar ‘Entre tierra y suelo’. Puntual, daba comienzo la representación, que mostró aspectos menos conocidos de la vida de Santa Teresa utilizando diferentes maneras artísticas de llegar al espectador y “buscando su inteligencia emocional”, decía Romo. Bailes judíos recordando el origen de Teresa de Cepeda, referencias al padre de la protagonista, y una cuidada selección de momentos de su vida fueron sucediéndose sobre la escena, con un impresionante juego de luces y un espectáculo de baile y acrobacias que dejó boquiabierto al público.
Las Asociaciones pastraneras habían estado preparando el espectáculo desde FITUR. Además de las escenas y coreografías, fueron decenas de trajes renacentistas nuevos los que se pudieron ver sobre las tablas, demostrando, una vez más, el cuidado por el detalle de cada parte del espectáculo. Además, y en patio central del Palacio Ducal quedó instalado una exposición de trajes antiguos, que permitía al espectador apreciar en detalle las diferentes épocas del Siglo de Oro en Pastrana y el detalle con el que están hechos.
Javier Gumiel resumía así las motivaciones de las asociaciones pastraneras para llevar a cabo el Festival. “Lo hacemos porque nos gusta la cultura y por amor a nuestro pueblo”, valoraba. Además, los pastraneros quieren recordar cómo fue realmente la historia del Siglo de Oro local, “dejando atrás mitos sobre nuestras dos mujeres, la princesa de Eboli y Santa Teresa, con la pretensión de disfrutar y que hacer disfrutar al público”.
