Logros en materia de salud mental infanto-juvenil
Las doctoras Ana Jiménez y Sonia Villarejo han sido elegidas para aportar sus conocimientos en las estrategias relacionadas con el autismo y los menores infractores.
Así mismo, la auxiliar de enfermería María Ángeles Tébar ha obtenido un premio por un trabajo sobre intervención psicomotriz en niños con patología mental grave.
Ana Jiménez, jefa del servicio de Psiquiatría y Salud mental del hospital Mancha Centro de alcázar de San Juan, y la psiquiatra Sonia Villero, han participado en los últimos meses en los grupos de expertos que el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad ha creado para elaborar la Estrategia Sanitaria en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS).
En concreto la doctora, Villero, ha participado en el grupo sobre Estrategias de Salud Mental en Menores Infractores, mientras que la responsable de Psiquiatría en el área Mancha Centro, la doctora, Jiménez, ha aportado sus conocimientos en el grupo de Estrategias de Salud Mental en Autismo.
Las dos psiquiatras del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) han sido elegidas para aportar sus conocimientos en este importante proyecto debido a su amplia experiencia en la materia, avalada por numerosas publicaciones y premios.
Los logros conseguidos recientemente por los profesionales del Servicio de Psiquiatría del Mancha Centro, en el ámbito de la salud mental infanto-juvenil, es el obtenido por la auxiliar de enfermería Mª Ángeles Tébar, que ejerce como monitora en el Hospital de Día de niños y adolescentes del Hospital General ‘La Mancha Centro’.
Tébar se ha alzado con el primer premio a la mejor comunicación en unas Jornadas de Técnicos en Cuidados de Auxiliares de Enfermería (TCAE) celebradas el pasado mes de febrero en Toledo.
Su comunicación, titulada «Intervención psicomotriz en niños con patología mental grave», está basada en el trabajo que hace el equipo de Hospital de Día, siendo parte del tratamiento terapéutico que se ofrece a los más pequeños.
Estas intervenciones van encaminadas a favorecer la relación, facilitar el movimiento y la simbolización en estos niños. Así mismo, se consigue en un espacio donde se le da oportunidad al niño de relacionarse con el adulto y con los otros niños, tomar conciencia de sus límites corporales espaciales y temporales, orientación de su esquema corporal y reconocimiento de sensaciones corporales. En definitiva, “mejora la expresión de sus vivencias y la aceptación más madura de sí mismos”, ha explicado la premiada Mª Ángeles Tébar.