El presidente de la entidad financiera y la directora de su Fundación inauguraron en Toledo la Jornada “Claves de liderazgo para la nueva gestión pública”
“La formación de los directivos públicos es el motor más importante para construir una Administración moderna, eficaz, eficiente y transparente”.
Presidente de Caja Rural, Andrés Gómez Mora, como la directora de su Fundación, Ana López-Casero, han destacado hoy en la inauguración, en la Escuela de Administración Regional de Toledo, de la Jornada “Claves de liderazgo para la nueva gestión pública”, acompañados por el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Leandro Esteban.
La Jornada ha estado abierta por la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha a través de su Instituto de Innovación y Competitividad dentro del programa ‘Escuela Administración Pública’, en colaboración con Caja Rural Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades.
En ella han participado directivos públicos interesados en lograr una Administración más eficaz, y de calidad, ante los que se formularon preguntas como ¿qué pueden aprender un directivo privado del liderazgo público y un director de management?, ¿es posible aplicar las técnicas y herramientas del management en el sector público? o ¿cuáles son los retos de un directivo público?.
Brillantes gestores públicos
Como ponente de la Jornada intervino el ex director de Políticas Sociales del Gobierno de España y director del centro de liderazgo público de la escuela de negocios IESE, Antonio Núñez. En la conferencia le siguió una mesa redonda protagonizada por la viceconsejera de presidencia y administraciones públicas, Mar España, y el consejero delegado de Delaviuda alimentación, Manuel López Donaire.
En opinión de Gómez Mora, “hablar de liderazgo es hablar de personas, y yo siempre he creído en las personas como pilares básicos de cualquier empresa, entidad o institución”. “Todo país que quiera progresar necesita líderes políticos y buenos gestores públicos, así como funcionarios competentes y honestos cuyas acciones den bienestar a los ciudadanos”, añadía
López-Casero, se expresaba en los mismos términos y recordaba que, “hoy un líder público asume el liderazgo de una serie de recursos públicos en un entorno socioeconómico muy complicado y de gran desconfianza por los ciudadanos”. Por ello consideró necesario “reforzar la formación para ayudar a tomar decisiones prudentes y desarrollar fórmulas de innovación en la gestión para hacerla más eficiente”. “En una palabra: necesitamos cada vez más poner gestión a la vocación”, aseguraba.
Por su parte, el consejero de presidencia destacaba dos aspectos importantes de la función pública: “hacer una Administración que encare el siglo XXI y mire al siglo XXII desde el punto de vista de mejorar en procedimientos, simplificarlos, hacer una Administración permeable y cómplice de ciudadanos y empresas, aprovechando las nuevas tecnologías”, así como “emplear tiempo y recursos económicos en la formación de lo mejor y más importante que tienen las instituciones y las empresas: las personas”.
Antonio Núñez, afirmaba que en un país el sector público representa cerca del 46% del gasto total, “de ahí la importancia de tener una gestión acorde con los recursos que maneja”. Este experto defendió tres nuevos retos para el nuevo gestor público: “el plan estratégico, la evaluación de las políticas públicas y tener un excelente equipo directivo”.
