Con las próximas elecciones autonómicas a la vista, la valoración que hace el colectivo ambientalista de los últimos cuatro años no puede ser más negativa
Ayer sábado 7 de febrero Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha celebraron su asamblea regional en Guadalajara en la que analizaron el lamentable estado ambiental de Castilla- La Mancha, que las políticas de los últimos años han puesto al borde del colapso, y presentaron sus propuestas socio-ambientales para evitarlo.
Guadalajara acogió la asamblea anual de Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha. El tema central de la asamblea de este año fue el análisis del grave estado socio ambiental de nuestra región, según los ecologistas, fruto de políticas desarrollistas y de recortes de los últimos años, y buscar salidas sostenibles a la crisis para garantizar los derechos básicos no atentando más sobre la Naturaleza.
La valoración que hace el colectivo ambientalista en medio ambiente han llevado a la región a una situación socio-ambiental sin precedentes, mientras que las grandes empresas y fortunas siguen teniendo beneficios a pesar de la crisis.
En lo que al medio ambiente se refiere, décadas de desarrollismo que han impactado en los recursos naturales, muy especialmente en el agua, el suelo, el aire y la biodiversidad, deteriorándose con unos niveles altísimos, y dejando el territorio regional lleno de cicatrices. Si a esto le unimos el progresivo retroceso al que se están viendo sometidas las políticas medioambientales, cada día más relegadas en el organigrama de las administraciones en la lista de prioridades, y prueba de ello es el desmantelamiento de la Consejería de Medio Ambiente y la reducción del presupuesto medioambiental en (cien millones de euros) desde 2010.
La lista de agresiones y amenazas ambientales de nuestra región, destacaron, los ecologistas: como la propuesta de construcción del cementerio nuclear (ATC) en Villar de Cañas, que el gobierno del PP se empecina en continuar a pesar de los informes geológicos negativos, anteponiendo de manera irresponsable los intereses de las grandes eléctricas y constructoras a la salud de los castellano-manchegos; los proyectos de extracción de gas no convencional mediante la fractura hidráulica o fracking (una técnica altamente contaminante para los acuíferos y ecosistemas hídricos) en Albacete, Ciudad Real y Guadalajara; la nueva ley de Caza, que pondrá los espacios naturales protegidos y el monte público en manos de los grandes cazadores; y los nuevos planes hidrológicos del Tajo, Guadiana y Júcar, que lejos de perseguir el buen estado cualitativo y cuantitativo de los ecosistemas hídricos como marca la Directiva Marco del Agua europea, siguen siendo planes de reparto de este bien común y escaso entre los aguatenientes de la región. En el caso del Tajo se sigue apostando por los trasvases a otras cuencas dejándolo sin unos caudales ambientales mínimos, mientras que en el caso del Alto Guadiana, se ha declarado la defunción oficial del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG) sin plantear una alternativa que aborde de una vez por todas los históricos problemas de sobreexplotación y contaminación de los acuíferos manchegos.
Ante el desolador panorama, Ecologistas en Acción, elaboraron una lista de propuestas socio-ambientales de urgencia para sacar a Castilla-La Mancha de este estado terminal (https://www.ecologistasenaccion.org/article29396.html). Una líneas maestras orientadas a propuestas, como son: la lucha contra el cambio climático, descarbonizando la economía y apostando por las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética; el reparto del trabajo y la creación de empleo digno, sostenible y de utilidad social; poner fin al urbanismo depredador; crear una la red de transporte público eficiente, económico y poco contaminante; descontaminar la salud de las personas; recuperar el buen estado de los ecosistemas hídricos e involucrar a toda la sociedad en la gestión racional del agua; alcanzar la soberanía alimentaria y defender el medio rural; acabar con la privatización y recuperar el control social de los servicios básicos; proteger la biodiversidad y los espacios naturales; y promover la sensibilización ambiental de la sociedad castellano-manchega, y el protagonismo de las políticas medioambientales a nivel de las instituciones.
Propuestas en su conjunto que plantean una hoja de ruta en materia de sustentabilidad y esperamos que orienten y sean tenidas en cuenta en las importantes decisiones que se adoptarán en breve tanto en Castilla-La Mancha como en contextos más globales.